La silicona en el sector farmacéutico

La silicona se ha consolidado como un material clave en la industria farmacéutica gracias a su baja reactividad y seguridad. Es ampliamente utilizada en la fabricación de cápsulas para facilitar la ingestión de medicamentos, así como en una amplia gama de productos médicos.

Se emplea en recipientes y sistemas de almacenamiento como jeringuillas, botellas para derivados sanguíneos y tubos de extracción. También es fundamental en dispositivos médicos avanzados como válvulas cardíacas, equipos de diálisis y sistemas de drenaje. A nivel pediátrico, la silicona está presente en productos de uso diario como chupetes, mordedores, extractores de mucosidad y protectores dentales.

En MEREFSA, diseñamos y personalizamos soluciones de silicona para la industria farmacéutica, garantizando la máxima seguridad y adaptación a las necesidades específicas de cada cliente.

Puntos Fuertes de la Silicona

Mecánica: la silicona ofrece una excelente resistencia a la deformación, lo que la hace ideal para correcciones maxilares, prótesis y productos pediátricos esterilizables. Su flexibilidad facilita el paso de fluidos, adaptándose a todo tipo de formas y aplicaciones médicas.

Térmica: su rango de resistencia a temperaturas de -60 °C a +300 °C la convierte en un material clave para el trasvase de fluidos a altas temperaturas, manteniendo estabilidad y rendimiento constantes.

Química: gracias a formulaciones específicas de dureza, color y transparencia, la silicona se adapta a cualquier diseño. Su estabilidad química permite el contacto con materiales altamente corrosivos.

La silicona de platino es ideal para laboratorios que requieren alta resistencia mecánica, transparencia y esterilización.

Las fluorosiliconas, por su parte, ofrecen resistencia a la mayoría de disolventes, ampliando su rango de aplicaciones.

¿Dónde se utiliza?

La silicona se utiliza principalmente como recipiente para el intercambio de fluidos en productos como jeringuillas, drenajes, intercambiadores de diálisis y prótesis, así como en aplicaciones pediátricas y médicas que requieren esterilización y atoxicidad.

Otra aplicación destacada es en la fabricación de moldes como alternativa al látex, gracias a sus propiedades flexibles y antiadherentes, que facilitan la manipulación y el desmolde.

Específicamente en: tubos para extracción de sangre, drenajes, tubos de autollenado (probetas, tubos de ensayo), prótesis, moldes, recipientes para líquidos, chupetes, mordedores, juguetes sexuales, extractores de mucosidad, válvulas y juntas de tubos.